martes, 29 de abril de 2008
“Arajj-Saya y Manka Saya"
Las comunidades de arriba y las comunidades de abajo, el oriente y el occidente, sol naciente y oscuridad poniente, donde van a descansar las energías creadoras de los dioses”. Bajo este concepto hace 14 años que se lleva a cabo el proyecto Manka Saya, agrupación compuesta por músicos y bailarines que se proyectan en la difusión y rescate del patrimonio cultural del pueblo Aymara. Aunque advierten que lo de ellos se conoce como proyección folclórica, intentan estar apegados a la realidad lo más posible. Investigaciones de terreno que se hicieron en las 1ª y 2ª regiones, sitúan su sonido cercano a lo ancestral, bordeando la raíz, próximo a lo originario de los pueblos que habitaron esa zona .La música de fondo del pasado auténtico se hace presente en su disco “Surcos morenos”, demostrado íntegramente en el single “Morenos del Rincón del Diablo”, tema que nos demuestra el trabajo de proyección folclórica cercano a la raíz ancestral pero con la interpretación moderna.La producción posee seis temas de creación propia de la banda y el resto son canciones tradicionales, reconocidas en el Norte de Chile. Manka Saya es material obligado para profesores pues se ajusta con certeza y veracidad a lo que es la realidad de esta expresión cultural. La propuesta del álbum muestra la fusión de sonidos, en el intento de mostrar la gama amplia de instrumentos que coexisten en la música norteña, desde los de cuerda, pasando por los de percusión y llegando hasta los aerófonos andinos. Además de los que se incorporaron en el siglo XX, que no tienen que ver con la cultura aymara, como los occidentales bronces. “Nosotros lo que hemos hecho es mezclar estas dos cosas. Aunque no es nada nuevo, puesto que es esto lo que se escucha en el norte. La diferencia es que se hace fuera del contexto, de la fiesta, del lugar” señala uno de sus integrantes.Casi como en una conversación esta tropa de zampoñas depende directamente del sonido de las otras para ser interpretada puesto la música se plantea como un diálogo donde el sonido olvidado de un tiempo lejano se vuelve vital, alegre y actual.Los Manka Saya es posible conocerlos en la capital puesto que constantemente realizan tambos, especie de peña andina. Precursores y difusores en Santiago del tambo como espectáculo, donde recrean parte de la cultura andina tocando bailes como el tinkus, kullahuas, takirari, huayno, saltos de diablos, huaylas, morenadas y cumbias andinas, entre otras
rock AND roll ¡¡¡¡
El rock & roll.!A comienzos de la década de los cincuenta se produjo en Estados Unidos el surgimiento de una nueva modalidad de música popular: el rock & roll, expresión que podría traducirse por "contonearse y rodar". El término Rock-and-Roll fue utilizado en 1951 por Alan Freed, disc jockey de Cleveland, tomado de la canción "My Baby Rocks Me with a Steady Roll".Sus antecedentes más directos hay que buscarlos en el jazz, en los ritmos africanos trasplantados a los Estados Unidos por los esclavos y posteriormente desarrollados en las comunidades negras: el blues y el gospel.
El rock & roll nació como música claramente generacional, como una exigencia de ruptura con los géneros musicales anteriores. Fue patrimonio de una juventud que, por primera vez en la historia, no quería parecerse a sus mayores, representantes del puritanismo y el conformismo de la sociedad estadounidense. Su público estaba compuesto mayoritariamente por adolescentes que reivindicaron sus inquietudes y sus aspiraciones con la ayuda del nuevo género, cuya difusión por todo el mundo, breve pero espectacular, encontró en los medios de comunicación de masas su principal aliado.El rock & roll se convirtió pronto en la síntesis de una forma de vida. La juventud estadounidense encontró un cauce de expresión adecuado a sus necesidades en un sonido frenético y estridente que, al mismo tiempo, constituía una evolución de las raíces de la música popular, tanto negra como blanca. Una percusión obsesiva y secciones de viento de intensidad deslumbrantes acompañaban a un instrumento relativamente nuevo -había sido utilizado por vez primera a finales de los años treinta-, que habría de convertirse en emblema de la joven música, la guitarra eléctrica, cuyo chirriante sonido, expresamente distorsionado y sobreamplificado, causaría el entusiasmo del público.
Las primeras grabaciones se realizaron en las pequeñas casas discográficas de Memphis, Nueva Orleans y Chicago, lo que desencadenó la frontal oposición de las grandes compañías, marginadas del negocio, que rechazaron en un principio el rock & roll por amoral y obsceno, por sus referencias demasiado explícitas a la sexualidad -se consideraba que los intérpretes imitaban el acto sexual con sus contoneos en el escenario.
Muy pronto, el término "rock & roll" se aplicó de manera genérica al conjunto de la música popular de finales de los cincuenta y pasó a designar, además de piezas que merecerían estrictamente tal calificativo, temas sentimentales interpretados por bandas de vocalistas negros, como los Platters, canciones de artistas blancos del ámbito urbano (Pat Boone, Paul Anka, Frankie Avalon) y todo un cúmulo de creaciones enormemente variadas.A principios de la nueva década el fenómeno experimentó una breve revitalización, a la que no fue ajena la extensión de un baile cuya base era el blues ritmicizado: el twist, cuyo nombre está unido al del vocalista de color Chubby Checker. El rock & roll es, en realidad, una forma de blues rítmico; su estructura básica está constituida por el blues de doce compases, en torno a la cual se realizan variaciones. Junto a las guitarras eléctricas, destaca una base rítmica dominante, donde el piano, la batería -que pasó a desempeñar un papel preponderante- y el bajo marcan con intensidad el comienzo de cada compás de 4/4. Un tempo enérgico y dinámico, con sonoridades duras e intensas, y un estilo vocal estridente, de tono áspero, constituyen, asimismo, características básicas del género. La voz solista suele interpretar los textos, que incorporan términos del argot juvenil y están frecuentemente relacionados con el tema del sexo y el mundo de los adolescentes, prácticamente gritando, silabeando como en el blues.
El rock & roll nació como música claramente generacional, como una exigencia de ruptura con los géneros musicales anteriores. Fue patrimonio de una juventud que, por primera vez en la historia, no quería parecerse a sus mayores, representantes del puritanismo y el conformismo de la sociedad estadounidense. Su público estaba compuesto mayoritariamente por adolescentes que reivindicaron sus inquietudes y sus aspiraciones con la ayuda del nuevo género, cuya difusión por todo el mundo, breve pero espectacular, encontró en los medios de comunicación de masas su principal aliado.El rock & roll se convirtió pronto en la síntesis de una forma de vida. La juventud estadounidense encontró un cauce de expresión adecuado a sus necesidades en un sonido frenético y estridente que, al mismo tiempo, constituía una evolución de las raíces de la música popular, tanto negra como blanca. Una percusión obsesiva y secciones de viento de intensidad deslumbrantes acompañaban a un instrumento relativamente nuevo -había sido utilizado por vez primera a finales de los años treinta-, que habría de convertirse en emblema de la joven música, la guitarra eléctrica, cuyo chirriante sonido, expresamente distorsionado y sobreamplificado, causaría el entusiasmo del público.
Las primeras grabaciones se realizaron en las pequeñas casas discográficas de Memphis, Nueva Orleans y Chicago, lo que desencadenó la frontal oposición de las grandes compañías, marginadas del negocio, que rechazaron en un principio el rock & roll por amoral y obsceno, por sus referencias demasiado explícitas a la sexualidad -se consideraba que los intérpretes imitaban el acto sexual con sus contoneos en el escenario.
Muy pronto, el término "rock & roll" se aplicó de manera genérica al conjunto de la música popular de finales de los cincuenta y pasó a designar, además de piezas que merecerían estrictamente tal calificativo, temas sentimentales interpretados por bandas de vocalistas negros, como los Platters, canciones de artistas blancos del ámbito urbano (Pat Boone, Paul Anka, Frankie Avalon) y todo un cúmulo de creaciones enormemente variadas.A principios de la nueva década el fenómeno experimentó una breve revitalización, a la que no fue ajena la extensión de un baile cuya base era el blues ritmicizado: el twist, cuyo nombre está unido al del vocalista de color Chubby Checker. El rock & roll es, en realidad, una forma de blues rítmico; su estructura básica está constituida por el blues de doce compases, en torno a la cual se realizan variaciones. Junto a las guitarras eléctricas, destaca una base rítmica dominante, donde el piano, la batería -que pasó a desempeñar un papel preponderante- y el bajo marcan con intensidad el comienzo de cada compás de 4/4. Un tempo enérgico y dinámico, con sonoridades duras e intensas, y un estilo vocal estridente, de tono áspero, constituyen, asimismo, características básicas del género. La voz solista suele interpretar los textos, que incorporan términos del argot juvenil y están frecuentemente relacionados con el tema del sexo y el mundo de los adolescentes, prácticamente gritando, silabeando como en el blues.
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